Programa Insular
Nuestro programa, navega sobre los fundamentos que el territorio otorga, sobre el respeto a las culturas ancestrales, de clase, anti patriarcal, anticolonial, protectora y cuidadora de la naturaleza, entre otros. Combinados, valoran la diferencia y los cuidados en todas las etapas de la vida, así como las interdependencias y ecodependencias, de las personas en toda su dimensión traduciéndolas en derechos. Comprendemos que sostener la vida es el principio permanente para generar cambios profundos, al actual modelo político, económico, social, cultural y ambiental que aqueja a Chile en su conjunto desde hace años.
Derechos Fundamentales que garanticen el Buen Vivir
1.- Derecho a los cuidados: (...) De lo anterior se desprende que debemos comprender la crianza como un elemento colectivo, estableciéndose como responsabilidad colectiva del grupo familiar del que deben ser garantes hombres y mujeres por igual. Los cuidados entendidos como un elemento primordial para la sociedad, del que debemos hacernos cargo la sociedad en su conjunto, es decir tanto, la familia como las instituciones del Estado chileno a través de políticas públicas atingentes. Los cuidados nunca deben quedar bajo la única responsabilidad de las mujeres.
2.- Derechos de la Naturaleza: Existe un gran deterioro ambiental a nivel Latino Americano y planetario, cuyas causas subyacen en el sistema económico, político y valórico que predomina, generando en nuestro territorio una zona de sacrificio más. Nos pronunciamos por la protección, cuidado y regeneración del mar austral que hace más de 35 años sufre los efectos de la actividad industrial irregulada. Proponemos mirarnos y entendernos como dependientes de la naturaleza; es decir, somos agua, somos tierra, somos bosque. Hablamos de una relación extractiva y no extractivista que garantice derecho, protección y cuidados de la naturaleza, como sujeta de Derecho, como sostenedora y reproductora de la vida para todos los seres vivos. Exigimos un nuevo código de agua que nos dé soberanía para uso y control público. Necesitamos proteger las cuencas y los pomponales, los montes, que son nuestras esponjas naturales para conservar nuestros bienes hídricos que son la fuente de la vida.
3.- Derecho humano al agua: El agua debe constituir un patrimonio nacional estratégico de uso público, inalienable, imprescriptible, inembargable y esencial para la vida.
4. Derecho a vivir en un medio ambiente sano: La Constitución debe garantizar a todas las personas el derecho a vivir en un medio ambiente sano. Debe asegurar a las personas su participación en las decisiones políticas, normativas y administrativas que afecten el medio ambiente.
6.- Derecho a una economía para el buen vivir: Implica determinar de manera colectiva y soberana los lineamientos que generen la construcción de un buen vivir para toda la población en armonía con la naturaleza. Bajo las orientaciones que nos han dejado los pueblos originarios, comprendemos que debemos construir sociedades más armónicas, equitativas, que profundicen la sostenibilidad de la vida en su totalidad. Proponemos un sistema económico basado en el patrimonio presente, que considere la sostenibilidad de la vida en el tiempo, los ciclos naturales y la recuperación de los espacios degradados. En coherencia, planteamos que se debe avanzar hacia una economía que integre todos los espacios que participan de los procesos económicos; por un lado, la naturaleza entendida como Bienes Comunes que nos permiten la vida y no como recursos explotables de manera extractivista; por otro lado, todo lo que tiene que ver con el cuidado directo de la vida que permite la reproducción de ésta y que es necesaria para que la economía pueda continuar.
Rol del Estado en la economía: Garantizar la participación comunitaria en las decisiones que afecten cualquier etapa del proceso económico y potenciar las iniciativas locales. Participar activamente en todas las etapas del proceso económico. Regular estrictamente la concentración de poder económico, la especulación y el financiamiento al sistema político. Promover y proteger las economías locales y la autonomía económica de los territorios. Descolonizar económicamente nuestros territorios. Planteamos una Economía solidaria basada en el enfoque feminista, asumiendo que todas/os debemos caminar al rítmo del más lento, apoyándonos y cuidándonos.
Proponemos la instalación de un Estado garante a la calidad de los derechos básicos para toda la población. El Estado debe ser responsable de los ejes centrales de la economía. Priorizar los impuestos directos por sobre los indirectos y aumentar la progresividad. Se deben incluir los impuestos ecológicos para financiar servicios sociales.
7. El Estado promoverá la soberanía alimentaria; y los derechos del campesinado indígena: Economía para el buen vivir; bajo la lógica del Introfil mongen desde la soberanía alimentaria, garantizando el derecho a sembrar de manera limpia sin transgénicos, de forma segura y sana, como imperativo ético, socio-ecólogico, de salud (físico y mental) e, incluso, de sobrevivencia.
● Ratificar el Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe (más conocido como Acuerdo de Escazú), el cual va en directa relación a los intereses de la agricultura familiar y el futuro de las zonas rurales del país.
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