POR UNA CONSTITUCION ECO-SOCIAL, FRATERNA, SOLIDARIA Y DESCENTRALIZADA.
Por primera vez en nuestra historia tenemos la posibilidad de escribir, junto a millones y millones de chilenos y chilenas que se movilizaron exigiendo dignidad, un nuevo capítulo de ella. Así de gigante es el desafío que tenemos. Es nuestro deber con Chile y ante los pueblos del mundo, hacerlas vida y realidad. Pero esta unidad no puede ser vacía, debemos construir un Programa Común, desde luego para todos los demócratas con centralidad en: los Derechos Humanos, que son más que los derechos civiles y políticos, son también los derechos económicos, sociales y culturales e incluso hoy, lo que hermosamente se ha llamado el derecho y deber de cuidar nuestra Casa Común, el medio ambiente.
Algunos de los enfoques constituyentes centrales en nuestra propuesta serán:
- Un nuevo Chile descentralizado: Un nuevo estado debe reconocer a las regiones y territorios, tan postergados históricamente por el centralismo, como el motor esencial de nuestro desarrollo. Algunos deben ser a) cultura : como industria del alma profunda de Chile; b) economía circular, reciclaje integral; c) turismo con identidad y patrimonio en valor; d) ciclovías integradas y seguras; e) movil idad eléctrica con pequeños propietarios de transporte y apuesta a corredores de transporte; f) agroecología diversificada y alimentación sana; g) parques científicos energías renovables.
- Medioambiente saludable y pacto ecosocial: Se debe trabajar por reconstruir la resiliencia de los ecosistemas y disminuir sustancialmente las emisiones que contribuyen al cambio climático, profundizando una transición energética pionera hacia las energías renovables. El agua, el mar territorial y los recursos naturales deben volver al dominio público para su explotación directa o en asociación no subordinada con terceros. El nuevo Chile debe ser definitivamente verde. La nueva Constitución deberá promover la conservación de áreas naturales, así como proteger los recursos naturales con el fin de mantener el equilibrio en el medio ambiente. A su vez, deberá consagrarse el principio de solidaridad entre las generaciones actuales y las venideras. Se debe consagrar el derecho al agua, como el derecho de cada persona a disponer de agua suficiente, saludable, aceptable, físicamente accesible y asequible para su uso personal y doméstico, priorizando el consumo humano por sobre su uso como medio de producción
- Un nuevo pacto constitucional en lo económico y social: Poner la economía al servicio de objetivos compartidos de desarrollo social y ambientalmente sostenibles. Esto requiere fortalecer una base económica dinámica con formas mixtas de propiedad que incluyan la empresa privada con y sin fines de lucro o con objetivos mixtos, a la economía social y solidaria y a empresas de servicio público estratégicas e innovadoras.
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